Probar el poder del 3D en los productos de Ricoh

Resumen: para demostrar la capacidad de la impresión 3D, nuestro equipo de ingeniería trabajó para mejorar la funcionalidad de una de las impresoras comerciales líderes de Ricoh 3D, y reducir los costos de producción, mediante la impresión 3D de un total de 158 piezas.

El problema: la impresora Ricoh Pro 8200s es una de nuestras impresoras monocromáticas comerciales de gama alta más populares y, por lo tanto, el sujeto de prueba ideal para desafiar nuestra capacidad de fabricación aditiva para mejorar el diseño de piezas, así como el proceso de producción en general.

La solución: la tecnología 3D se introdujo por primera vez en Ricoh a través de nuestros propios productos y operaciones de fabricación, ya que buscamos optimizar la producción, optimizar la funcionalidad y reducir los costos. Pronto se hizo evidente que podríamos transmitir esta visión única a nuestros clientes para avanzar también en sus propios ciclos de desarrollo de productos.

En el caso de la impresora Ricoh Pro 8200s, nuestros expertos examinaron detenidamente las 800 piezas individuales para identificar dónde estaban las oportunidades para el reemplazo de metales y la reducción de peso, la integración de funciones y el rendimiento mejorado de las piezas. El equipo identificó que el 20 por ciento podría optimizarse mediante la impresión 3D.

Las partes fueron reemplazadas de manera similar, lo que permitió al equipo comprender exactamente cómo funcionaban las partes equivalentes impresas en 3D.

Se consolidaron varias partes, incluido el compartimento de tóner, que se combinó de cinco partes en una, eliminando por completo las fugas de tóner. Esto tuvo el beneficio adicional de disminuir el tiempo de ensamblaje y reducir el peso al reemplazar las partes metálicas con una alternativa de polímero liviano

Los componentes de la carcasa se reinventaron utilizando un diseño generativo para mejorar el flujo de aire y aumentar la eficiencia de enfriamiento, y varias palancas y manijas de la impresora se hicieron más ergonómicas con AM.

La impresora se probó en más de 45,000 páginas sin problemas de calidad ni atascos de papel, y con un total de 193 patentes presentadas como resultado de estas innovaciones.

El proyecto es un ejemplo de cómo una impresión 3D puede transformar un producto consolidando piezas, reduciendo metales costosos y mejorando la integración de funciones. Pruebas mecánicas exitosas como estas permiten a Ricoh dar un paso más para que las piezas de uso final impresas en 3D se conviertan en parte de nuestra gama de productos principal. Liberar el potencial de los materiales ignífugos que se comportan a la par mientras se ajustan a los estándares de la industria es clave para hacer realidad esta visión.