Los fabricantes aeroespaciales han visto importantes ahorros de costos y tiempo al adoptar la era de la impresión 3D y no es difícil entender por qué muchos aumentan constantemente su inversión en este campo.
La industria aeroespacial continúa enfrentando severos desafíos. Un aumento dramático en los viajes aéreos en todo el mundo genera una mayor demanda de aeronaves, mientras que cualquier tiempo de inactividad a la espera de componentes de reemplazo debe mantenerse al mínimo absoluto.
En este contexto, está claro por qué el negocio aeroespacial constituye una parte significativa del mercado de fabricación aditiva.
Cualquiera que sea la etapa del proceso, desde los prototipos hasta la personalización hasta el punto de producción final, la impresión de productos 3D tiene un papel que desempeñar en la fabricación de piezas que traspasan los límites de la complejidad de la ingeniería.
Ya se trate de inyectores de combustible, sensores de temperatura o mezcladores de combustible, por nombrar algunos, la impresión 3D producirá piezas sustancialmente más livianas, lo que conducirá a una mejora significativa en el rendimiento en lo que respecta al consumo de combustible y la eficiencia.
En general, la industria aeroespacial ha sido un defensor a largo plazo de la impresión 3D y ese compromiso solo continuará en el futuro.
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