Rich Minifie, Ingeniero Senior de Fabricación Aditiva de Ricoh 3D, desmonta algunos de los mitos que aún rodean a la fabricación aditiva.
La impresión 3D existe desde la década de 1980, lo que significa que, en términos de fabricación, sigue siendo el chico nuevo del barrio. Cuando las empresas no están familiarizadas con las tecnologías emergentes, a menudo pueden rehuirlas o malinterpretar su capacidad. Aquí, Rich Minifie, de Ricoh 3D, comenta algunos de los mitos y conceptos erróneos más comunes con los que se encuentra, y revela los sistemas y materiales que están impulsando la producción.
Mito nº 1: La fabricación aditiva es cara
Cuando se inventó la impresión 3D, el precio de una máquina se disparó hasta los seis dígitos, pero sabes que las cosas han cambiado cuando puedes hacerte con un pequeño sistema FDM como parte de tu compra semanal. Por supuesto, ¡yo corro un kilómetro cuando veo estos dispositivos de nivel básico!
La realidad es que el método de fabricación debe depender del trabajo a realizar. Sí, si vas a fabricar en serie una pieza sencilla, es poco probable que la fabricación aditiva sea el método más rentable. Para ello, el moldeo por inyección sigue siendo mejor que la AM, y probablemente siempre lo será.
Donde brilla la AM es en los productos personalizados, las piezas con geometrías específicas o complejas que simplemente no pueden conseguirse con los métodos tradicionales, las pequeñas series y la creación de prototipos.
La impresión 3D puede ser más cara para crear un gran volumen de piezas, pero el resto de ventajas (ausencia de costes de utillaje, simplificación de la cadena de suministro, reducción de la mano de obra y el almacenamiento, y mejora del plazo de comercialización) pueden compensar ese desembolso, a menudo considerablemente.
No es necesario invertir de inmediato en una costosa tecnología de impresión 3D, basta con aprovechar la experiencia de una oficina de servicios integrales como Ricoh 3D para obtener flexibilidad, acceso a una gama de sistemas y materiales para distintas aplicaciones y comprender qué es lo más adecuado para tus necesidades de fabricación.
Mito nº 2: La impresión 3D sólo puede crear piezas pequeñas
Uno de los mitos erróneos es que con la AM sólo pueden crearse piezas pequeñas.
Utilizando el equipo adecuado, esto sencillamente no es cierto. En Ricoh 3D, tenemos sistemas de bancada grande que pueden imprimir hasta 500 mm x 500 mm x 500 mm, dependiendo del material y el diseño de la pieza. Para piezas aún mayores, como los parachoques de los coches, también utilizamos métodos internos de unión y utillaje para combinar piezas para nuestros clientes.
Mito nº 3: Los materiales de impresión 3D son limitados
Otro de los mitos más comunes es que los materiales de impresión 3D son limitados. Nos enorgullecemos de nuestra variada gama de materiales para adaptarse a una amplia gama de aplicaciones: desde nuestro polipropileno flexible y duradero, hasta materiales increíblemente rígidos y resistentes a la temperatura como el PA6, que es resistente a fluidos como el combustible y el aceite.
El sistema HP Multi-Jet Fusion es nuestro todoterreno, y la PA12 ofrece un buen equilibrio de propiedades mecánicas.
El termoestable es la última innovación de nuestra cartera de materiales, que proporciona una gran estabilidad dimensional y química, combinada con una excepcional retardancia de la llama y aislamiento.
Si éstos no satisfacen tus necesidades, Ricoh 3D está preparado para investigar y probar un sinfín de materiales para todas y cada una de las aplicaciones.
Mito nº 4: La impresión 3D es para la creación de prototipos, no para la producción
Este es probablemente el mayor error que impide a los fabricantes aprovechar el poder transformador de los servicios de prototipado por impresión 3D.
Las capacidades de producción de la impresión 3D no dejan de crecer y, con los avances en materiales y hardware de los últimos años, la funcionalidad de uso final es ya una realidad.
La empresa de estudios de mercado Gartner prevé que el sector médico será el primero en ser transformado por la AM, ya que el mercado exige cada vez más la personalización masiva en aplicaciones como audífonos y prótesis. Pero no es el único sector en el que se está produciendo una disrupción. Ya se están utilizando piezas impresas en 3D en aviones civiles y supercoches como el BMW i8 Roadster.
Ricoh 3D participa cada vez más en una serie de proyectos de producción de piezas de uso final, desde piezas de máquinas de café hasta órtesis médicas e incluso ¡camas!
Mito nº 5: La impresión 3D sólo produce piezas de baja calidad
La gama de sistemas de producción de fabricación aditiva de gama alta que ofrece Ricoh 3D tiene más posibilidades de mejorar la calidad de los productos convencionales, con estructuras internas superresistentes, geometrías extraordinarias y construcciones ligeras. Ajustando aspectos como la densidad interior, la orientación y el material, las piezas impresas en 3D pueden ser tan resistentes o flexibles como se requiera, con un acabado superficial cada vez mejor. Lo más importante es hablar con un experto en impresión 3D para que el diseño sea correcto desde el principio y luego elegir el proceso y el material adecuados para el trabajo.