Para los fabricantes de equipos originales de toda la industria, la impresión 3D desempeña un papel cada vez más influyente en el proceso de fabricación, escribe Mark Dickin.
La tecnología ha ido mucho más allá del prototipado y los modelos de Warhammer, creando productos duraderos y seguros para uso final y producción en serie.
Lo que hizo famosa a la impresión 3D sigue siendo cierto hoy en día: con una rápida fase inicial de creación de prototipos y la rápida aplicación de cualquier cambio en el diseño, lo que significa que los plazos de entrega se reducen drásticamente. Para algunos sectores, como la automoción y la construcción, agilizar el plazo de comercialización en meses, o incluso semanas, puede suponer una diferencia de cientos de miles, millones, de libras. En medio de las negociaciones sobre el Brexit en 2018, Toyota Motor Europe advirtió que en su planta sólo tienen piezas para cuatro horas. El valor de los coches que fabrican es de 10 millones de libras al día, por lo que no se puede subestimar el valor de poner en marcha o reanudar la producción en un plazo condensado mediante la impresión 3D.
Sin embargo, también pueden verse ventajas en los costes con proyectos en los que hay una mayor funcionalidad a la hora de componer utillajes y herramientas de conformado. También puede ser una parte vital de la cadena de producción y montaje, creando plantillas y accesorios personalizados bajo demanda para optimizar y acelerar todo el flujo de fabricación. Pero podría decirse que la mayor ventaja que aporta la fabricación 3D, y que las circunstancias actuales han puesto de relieve, es la flexibilidad. La tecnología ha sido parte integrante del enorme y continuo esfuerzo nacional para derrotar al virus COVID-19.
Aquí, en Ricoh 3D, nuestros equipos han estado trabajando sin descanso para intentar ayudar a esos heroicos trabajadores de primera línea del NHS, ya sea produciendo piezas vitales para respiradores o 40.000 protectores faciales cada semana para el personal de primera línea de los hospitales.
En ambos casos, hemos sido capaces de producir prototipos y hacer los ajustes adecuados en cuestión de días, basándonos en los comentarios, para informar sobre la producción en serie; ya sea mediante impresión 3D o moldeo por inyección, o una combinación.
Tan sólo 24 horas después de recibir el archivo de diseño, el equipo ya tenía el soporte de la cabeza impreso en 3D y el resto de los componentes suministrados y montados gracias a la potencia de nuestra red de proveedores, y sin los importantes costes que se habrían generado con los métodos de fabricación tradicionales.
La tendencia a utilizar cada vez más la fabricación aditiva coincide con una confianza cada vez mayor en el proceso de producción.
En los últimos años se han introducido varias mejoras, entre ellas la posibilidad de crear prototipos en el material de uso final, lo que aumenta la fiabilidad del diseño inicial.
Uno de estos ejemplos de ciclo de desarrollo de productos mejorado se produjo a través de nuestra asociación con el gigante automovilístico Toyota.
El fabricante multinacional de automóviles quería validar el diseño, el ajuste y la función de una serie de componentes exteriores para sus modelos Corolla híbrido, touring sport y hatchback, pero consideró que los métodos de fabricación tradicionales eran demasiado caros y llevaban demasiado tiempo.
El material de polipropileno de Ricoh y los procesos de unión internos permitieron a Toyota imprimir prototipos 3D a gran escala (incluido el kit completo del faldón del parachoques) en el material final elegido y comprender las pruebas con mayor precisión, acortando el ciclo de desarrollo de principio a fin. La dificultad para los fabricantes a la hora de aprovechar las ventajas de la impresión en 3D suele ser la considerable inversión necesaria para implantar las instalaciones en la empresa, no sólo en equipos, sino también en la experiencia necesaria para que funcionen con eficacia.
Ahí es donde entra en juego una oficina de servicios. Con sede en Telford, Ricoh 3D ofrece una gama única de tecnologías y materiales de impresión 3D, sin la inversión en hardware. Con constantes innovaciones en las máquinas, nos aseguramos de que nuestros clientes tengan acceso a las últimas tecnologías que están transformando la producción.
Nuestro enfoque de “más que una impresora” significa que también ofrecemos un servicio completo de consultoría integral a través del diseño, la producción y el postprocesamiento. Disponemos de instalaciones 3D y de moldeo por inyección in situ para optimizar los diseños, ya sea para la reducción de peso, el ensamblaje o la resistencia de las piezas, y probamos los materiales para el control del proceso y la trazabilidad. Nuestros servicios de control de calidad y metrología nos permiten ofrecer coherencia y confianza con cada pieza.
Quizás, lo más importante, en un panorama en constante evolución y “ruidoso”, es que aprovechas nuestros 80 años de experiencia en fabricación. Contamos con especialistas que pueden asesorarte sobre los mejores materiales a utilizar y las modificaciones para optimizar tus diseños para la impresión 3D. Y, cuando un fabricante está preparado para llevar un prototipo a la producción en serie, estamos perfectamente situados para aconsejar cuándo tu proyecto es más adecuado o más rentable con el moldeo por inyección. Hay muchas ventajas en el nuevo mundo de la impresión 3D.